Vida, libertad y la búsqueda de la felicidad.

No hemos olvidado lo que hace a los Estados Unidos la nación más grande en la tierra. Es el espíritu americano. Un estadounidense no tiene un gen particular, ascendencia o tipo de sangre. Todos los estadounidenses son un inmigrante o un descendiente de un inmigrante. Incluso los nativos americanos fueron una vez inmigrantes.

De hecho, más de 100 millones de estadounidenses vivos hoy pueden rastrear su ascendencia directamente a través de la isla de Ellis solamente, donde la estatua de la libertad continúa constantemente manteniendo alto su acogedor faro de luz.

El mensaje de bienvenida en la estatua de la libertad es tan pertinente hoy como lo fue en 1883 cuando Emma Lazarus escribió...

Dadme vuestras cansadas, agotadas / acurrucadas masas deseando respirar aire libre / El maldito desecho de tu repleta orilla /Mandadme a estos seres sin tierra que la tempestad me trajo / Alzo mi lámpara junto a la puerta dorada!

-Emma Lazarus (1849-1887)

Llegaron juntos en este crisol gigante en busca de los regalos inalienables de Dios a la humanidad:

Vida, libertad y la búsqueda de la felicidad.

Nuestra misión es mantener el espíritu de América vivo y prospero, comprometidos hacia la unificación de las familias y el tratamiento justo, defendiendo la dignidad humana de los inmigrantes.